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Lecturas recomendadasRecuerdos

Chantal Maillard: un recuerdo ‘islado’

By 08/12/2015septiembre 27th, 20232 Comments
Entrevista Chantal Maillard Matar a Platón

Lo he vuelto a hacer: he prestado mi ejemplar de Matar a Platón, de la poeta y filósofa belga y malagueña Chantal Maillard (Bruselas, 1951), y ha vuelto, como una ráfaga salada, el acontecimiento que aguarda en este libro y el acontecimiento que supuso este artefacto (el encuentro) en mi vida y en mi forma de mirar a las palabras de reojo.

Al sacarlo de la estantería me he dado cuenta de que entre sus páginas estaba la pequeña entrevista que hice a la autora en 2013, cuando vino a Menorca para participar en los Talleres islados que organiza (por suerte) Mariona Fernández. Por primera vez he entendido a aquellos que custodian mil años una colilla de cigarro aplastada, esa que lanzó al suelo el cantante de sus sueños: toda la caja huele a pasado. Es algo suyo-tuyo.

Esta entrevista que no es ni eso nació a mano: Maillard me pidió las preguntas por escrito y le di un pequeño papel (de cuadros) con cuatro hilos. Me devolvió después sus respuestas en otro papel (a rayas) y recuerdo que me las leyó en voz alta, que en su caso es más bien baja y llena de cambios de ritmo y de silencios para que el oyente pueda (o intente) tragar saliva. Me las leyó a la sombra de un árbol, las dos con sombrero, por si no entendía su letra.

Entrevista Chantal Maillard Matar a Platón

Y ha quedado esto: un recuerdo nítido y dos papeles cualquiera, porque no teníamos allí impresoras, ni ordenadores. Éramos solo un grupo de doce o quince personas dispares y estábamos viviendo cuatro días al margen del mundo, uno de esos márgenes en los que Chantal Maillard anota con letra pequeña lo que palpan sus ojos (felinos). Estábamos en esta isla y podíamos ver solo uno de sus límites (azul y lejano) desde la enorme terraza: jugábamos a inventarnos refugios sin decir nada que no estuviera pasando.

Comparto ahora estos papeles y la pequeña nota que salió publicada después en el diario para el que trabajaba entonces.

 

entrevista a Chantal Maillard Ana Haro en Menorca La isla de los escritores

Com-parto, por último, uno de los fragmentos que componen el recorrido de Matar a Platón, un largo poema alrededor de un instante (un accidente) que le sirve para matar/acabar con la clásica separación imposible de pensamiento y poesía: en su caso también caben en un mismo tarro de cristal (tan frágil). El libro se cierra con otro poema, ‘Escribir’, una declaración estética sobre la rebeldía literaria que también se respira en Hilos, sus Diarios indios o los dos últimos hallazgos, La herida en la lenguaLa mujer de pie. Da igual el orden: cada vez que abres o rompes uno de sus textos te recuerda que lo que ocurre es esto.

 

Mejor no diga nada.

Sería inútil. Ya ha pasado.

Fue una chispa, un instante. Aconteció.

Yo acontecí en ese instante.

Puede que usted también lo hiciera.

Suele ocurrir con los poemas:

terminan condensándose las formas

en nuestros ojos como el vaho

sobre un cristal helado;

las formas, con su herida.

Pues quien construye el texto

elige el tono, el escenario,

dispone perspectivas, inventa personajes,

propone sus encuentros, les dicta los impulsos,

pero la herida no, la herida nos precede,

no inventamos la herida, venimos

a ella y la reconocemos.

 

Matar a Platón, Chantal Maillard (Barcelona, Tusquets, 2004). Premio Nacional de Poesía en 2004.

 

 

 

 

 

 

2 Comments

  • Adrian dice:

    Muy interesante, como siempre lo es Chantal.
    Si pudieras averiguar con qué útil escribió las notas me interesaría muchísimo.
    Parece trazo de estilográfica y no boli de tinta líquida o BIC (siempre negros) como ella suele mencionar que siempre utiliza y vengo comprobando en todos los manuscritos suyos que he visto.
    http://www.edobne.com/manuscrtcao/chantal-maillard/

    Muchas gracias.

    • Ana dice:

      ¡Hola, Adrián! Muchas gracias por tu comentario. La verdad, no puedo decirte qué tipo de estilográfica utilizó porque Chantal Maillard escribió esto en su habitación. Me dio ya los papeles con las respuestas. Fueron unos días muy importantes para todos los que pasamos por Talleres islados, eso sí lo sé y yo no he podido parar de leer a esta autora. Me ha encantado el cuestionario, saber si un escritor escribe a mano o a ordenador, conocer sus materiales, sus costumbres, es algo fascinante: casi como meterte en sus sueños. Un saludo y enhorabuena por la revista. Ana Haro

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