El pasado viernes tuvimos el placer de recibir al escritor Pere Cervantes (Barcelona, 1971) en nuestro Laboratorio Narrativo del Cercle Artístic de Ciutadella.
El autor, subinspector de la policía nacional, donde trabaja desde hace 25 años, y responsable del Grupo de Delitos Tecnológicos en Castellón, ha pasado por Menorca para presentar su última novela, Tres minutos de color (Editorial Alrevés).
Pere Cervantes nos habló (con generosidad) en el taller de su método de escritura y todos tomamos nota: una idea matriz, una sinopsis, fichas de personajes sin límite de páginas y una escaleta/estructura resistente a futuros remiendos, como quien lleva consigo un mapa detallado para no perderse, son algunas de las claves que usa este autor especializado en el género negro. Otros títulos suyos dentro de esta corriente que estamos trabajando en clase son No nos dejan ser niños o La mirada de Chapman, ambas editadas con Ediciones B y ambas, además, ambientadas en Menorca, que ya se ha convertido en una parada obligatoria (con una ristra de lectores) para Pere Cervantes.
En su nueva obra ha mezclado el género policíaco con el paranormal —parte de la trama aborda las denominadas «Experiencias Cercanas a la Muerte»—, y nos confesó que toda la novela, que le ha costado siete años de trabajo, partió de una idea muy pequeña (pero interminable): una noche, cerca de Sarajevo (Bosnia), cuando estaba allí como observador para la Unión Europea (también estuvo en Kosovo con Naciones Unidas), en compañía de una intérprete que, antes de la barbarie, había sido cardiocirujana, se toparon con una fosa común. «¿Cómo podéis convivir con este horror?», le preguntó en ese momento Cervantes. La respuesta de ella, después de largos kilómetros de silencio, a una velocidad muy lenta, por riesgo de minas, fue: «creyendo que no todo termina aquí». Y de esa respuesta, en busca el autor de ese extraño umbral, cuenta que nació Tres minutos de color.
¡Gracias, Pere!
*Las fotos (en clase, como auténticos investigadores de la palabra; en la Sala de Actos del Cercle Artístic, donde ofreció después una charla sobre los peligros de Internet, firmando ejemplares, y en la librería VaDllibres de Ciutadella, donde presentó al día siguiente su novela) son obra de nuestra compañera, la también escritora Ana Olivia Fiol: ¡gracias!
